Soñar contigo me sucede,

muy seguido pero a nadie se lo cuento,

porque quiero que se haga realidad mi sueño,

cuando beso tu boquita y juego con tu pelo,

porque quiero que se haga realidad mi sueño,

cuando escribes mi nombre en todos tus cuadernos.



Cuando vas conmigo de la mano,

a pedirle a Dios la bendición para este amor,

para que dure eternamente como dura el sol.



Como el cielo, la luna y las estrellas,

como la quinta sinfonía de Beethoven,

como el lenguaje incomparable de Cervantes,

como el día que a la luna llego el hombre.



Quiero que dure este amor que es infinito,

como el amor que nos profesa Jesucristo,

para sentir que estoy mirando por tus ojos,

de la vida el paisaje mas hermoso.



Que sea por siempre que viva enamorado,

de tu boquita ser por siempre tu esclavo,

y que la brisa solo me traiga tu aroma,

y que seas tu si estoy sin ti mi propia sombra.  x2



Luis Miguel, Valentina Mejía e Isabelita Naranjo, con cariño.



Cuando despierto en cada sueño,

y veo tu foto, la que le robé a tu amiga,

siento una tristeza que también tiene alegría,

porque veo que no te tengo pero se que seras mía,

siento una tristeza rara que también tiene alegría,

porque te siento tan lejos y de repente tan cerquita.



Y yo busco la manera de agradarte,

tu me cierras un camino y de inmediato yo abro dos,

yo no descanso hasta no ver que sea eterno nuestro amor.



Como el cielo, la luna y las estrellas,

como la quinta sinfonía de Beethoven,

como el lenguaje incomparable de Cervantes,

como el día que a la luna llego el hombre.



Quiero que dure este amor que es infinito,

como el amor que nos profesa Jesucristo,

para sentir que estoy mirando por tus ojos,

de la vida el paisaje mas hermoso.



Que sea por siempre que viva enamorado,

de tu boquita ser por siempre tu esclavo,

y que la brisa solo me traiga tu aroma,

y que seas tu si estoy sin ti mi propia sombra.



Que sea por siempre que el mundo nos vea juntos,

que de lo viejita ya ni me reconozcas,

y aunque no lo sepas seguiría siendo tuyo,

hasta que Dios nos quiera tener en su gloria.