Hay mañanas que se agota el mar,

donde nada el eco de mi soledad,

donde se abre nuestro avismo, amor.



Lágrimas, fragilidad.

Somos alma y piel unidos al azar.

Si lo sabes dime quién lanzó la piedra

que furiosa fue a romper

con todas tus promesas.



Y te vas como la arena entre mis dedos

yo me pierdo buscando aquel puerto

que era nuestro en cada madrugada.

Y te vas dejando sólo entre mis huesos el deseo.

Devuélveme el llanto, te amo tanto

que aunque quiero ya ni puedo llorar.



Ya no más amores nómadas

que me dejan sola tras la tempestad.

Quién escribe los renglones del destino auqel.

Quién decide arrebatarme así la vida.

Por qué me hiciste pagar con lo que mas quería.



Y te vas como la arena entre mis dedos

yo me pierdo buscando aquel puerto

que era nuestro en cada madrugada.

Y te vas dejando sólo entre mis huesos el deseo.

Devuélveme el llanto, te amo tanto

que aunque quiero ya ni puedo llorar.

Ni llorar.

Ni llorar.



Mar, envuélveme en tu amor.