Había una vez, 

en un castillo de un suburbio de Walt Disney, 

alejado de la realidad, 



Una princesita castigada, 

una florecita descuidada, 

víctima de la insinceridad,

víctima de la insinceridad. 



Esposa bella, tres pelaos 

y un súper puesto bien ganado,

se cotiza en el mercado, 

y tiene tiempo para todos, 

tiene tiempo para todo 

sin embargo, ella no recibe lo que da.



Una princesita lastimada, 

una florecita olvidada, 

víctima de la posteridad,

víctima de posteridad. 



Ella cierra los ojos y llorando pide a Dios 

que al abrirlos la ira haya pasado 

pero él se siente más seguro, 

se siente mucho mejor 

cada vez que 

marchita la bella flor 

marchita la bella flor.



Su otra mitad, 

un distinguido pilar de la sociedad, 

tiene un lado oscuro, 

se equivoca y piensa que es un tipo duro 

que lástima me da.... 

Prisionero de su enfermedad, 

bodeguero no destape el huracán. 

Nadie sabe dónde va a azotar 

nadie sabe dónde va a parar. 



Ella cierra los ojos y llorando pide a Dios 

que al abrirlos la ira haya pasado 

pero él se siente más seguro, 

se siente mucho mejor 

cada vez que 

marchita la bella flor 

marchita la bella flor 



Abre los ojos y vuela para siempre, 

vuela bella flor.