Dios de los ejércitos, ¿quién es como Tú Señor?

Dios de los ejércitos, poderoso en batalla.

¿Quién es como Tú Señor? 

Grande y temible Rey, tu dominio no se acabará.

Con tu brazo de poder, gobernarás.

Eres el grandioso hoy, eres mi protector, eres mi 

fuerza mi escudo y mi salvación.

Y yo no temeré, en Ti yo confiaré y me levantaré

con tu fuerza y poder.

Él es el Todopoderoso, temible en batalla.

Y con justicias para siempre, por todos los siglos.



(Oración) “Vamos a hacer una declaración sobre nuestras vidas.

Yo quiero que tu digas: “Señor Jesús, Tú eres el Todopoderoso,

Tú eres temible en la batalla.

Y toda opresión de las tinieblas es quebrada por el Poder del Nombre de Jesús.

Aleluya.''



Él es el Todopoderoso, temible en batalla.

Y con justicias para siempre, por todos los siglos.

Eres el grandioso hoy, eres mi protector, eres mi 

fuerza mi escudo y mi salvación.

Y yo no temeré, en Ti yo confiaré y me levantaré

con tu fuerza y poder.



(Oración II) “Vamos a hacer una oración de fe por cada nación aquí representada.

Vamos a levantar a esta nación en donde estamos los Estados Unidos de América,

vamos a levantar al Canadá, vamos a levantar a México, vamos a levantar a Guatemala, vamos a levantar El Salvador, vamos a levantar a Honduras, a Costa Rica, a Nicaragua, a Panamá, a Colombia, a Venezuela, a Ecuador, al Perú, Bolivia, Argentina y Chile, y Brasil también. 

España, y Cuba, Republica dominicana y Puerto Rico.

El señorío de Jesús es sobre todo”



(Oración III) “Declaramos la gloria, el poder, el imperio, el reino de Dios sobre toda la extensión de América. Sobre toda Latinoamérica, sobre esta tierra, sobre las naciones.

El pueblo de Dios, el pueblo del Espíritu de Dios, el pueblo del Espíritu Santo que arde en las ciudades, en las naciones, en los hogares, en las escuelas, en la iglesia, en los corazones. 

El fuego del Espíritu Santo y el avivamiento para esta generación, Padre, tu Reino es extendido, levantamos nuestras manos, nuestros corazones a Ti. Y declaramos Dios del cielo, y clamamos a Ti, envía tu Reino, manda tu Reino, estremece las naciones, conmueve los cimientos y trae tu avivamiento.

En el nombre poderoso de Jesucristo el Hijo de Dios, levanta Dios de los cielos esta generación, que se ha considerado una generación perdida, una generación herida, una generación de cual se dice no podrá salir nada bueno.

Ahora profecitamos, y declaramos la unción del Espíritu Santo. 

Y hablamos que esta generación se levanta aún más allá, a un nivel más alto, alcanzar aún más que las generaciones anteriores.

¡¡¡¡Porque el Reino de Dios se ha manifestado!!!!''





Eres el grandioso hoy, eres mi protector, eres mi 

fuerza mi escudo y mi salvación.

Y yo no temeré, en Ti yo confiaré y me levantaré

con tu fuerza y poder.

Él es el Todopoderoso, temible en batalla.

Y con justicias para siempre, por todos los siglos.