Cruzan nubes grises
por un cielo turbio y feroz.
Esta tarde espesa, acodado en este balc?n,
fumo y me consumo,
enfrente el Arco Iris Club
Camin?bamos y el calor de verano
empujaba nuestro asombro
contra las paredes llenas de grafitis.
Camin?bamos y el fog?n del verano
engull?a nuestro asombro
por obstinarnos en lo imposible.
Como t?, camino por esta estrecha calle.
Como t?, necesito soles que giren para alumbrarme.
Que hagan brillar lo bueno que pueda haber en el alma.
Sonr?o al viento porque en ?l
huelo el humo del incendio.
Porque se que la fe es creer
en alg?n dios aunque no existan.
O existir aunque ese dios
a veces no crea en ti.
En caminar, aunque hoy no brille tu estrella.
Como t?, camino por esta tierra que pronto ser? yerma.
Levedad. Somos levedad.
Levedad. Somos levedad.
Cruzan nubes grises,
trallazos que tapan tanta voz,
que beben mi tormento,
que me arrancan de este sopor.
Leo y me sosiego, abajo.
Abajo el Arco Iris Club.
Camin?bamos y el calor de verano
empujaba nuestro asombro
contra las paredes llenas de graffitis.
Camin?bamos y el fog?n del verano
engull?a nuestro asombro
por obstinarnos en lo imposible.
Nunca cesa la matraca de motores.
Noche y d?a pasan coches atronando
en su estela por la avenida abajo.
Abajo, paraguas de fantasmales luces.
Son los ?rboles grasientos de mon?xido.
Y esa lluvia filtrada que no limpia la ciudad.
Abajo, en el portal, veteranos
de una vida de sinsabores
duermen asidos a la botella
como para no caerse cuesta abajo.
Cuesta abajo, camin?bamos, aquel verano.
Levedad. Somos levedad.
Levedad. Somos levedad.
Levedad.